Para las amantes de las cosas japonesas y de los dulces, advierto que este post puede crear adicción.
Hace casi dos años os hable de Kawaii Box, una caja con productos japoneses, que si washis, post it, productos de papelería y accesorios principalmente. Algunos de los cuales he de reconocer que les he sacado mucho partido, sobre todo al tarjetero, que aún lo uso para guardar las tarjetas de teléfono. Las pegatinas volaron al igual que los caramelos.

El caso es que el mes pasado, me enviaron Japan Candy Box, una caja del mismo estilo pero llena de dulces japoneses. Perfectos para llevar una vida saludable, bueno, no, pero tampoco es que una coma dulces japoneses todos los días.


El concepto es el mismo que el de cualquier otra caja de suscripción mensual, solo que en esta, te vienen dulces. De todo tipo y muy curiosos tengo que decir. El precio ronda los 20 dolares y hacen envíos internacionales.



En concreto, la que yo he recibido es la de febrero, que tenia como contenido gominolas acidas de limón, choco crisp de fresa que estaban buenisimos por cierto, chicles, un gusanito un poco raro con sabor de teriyaki, que me lo comi, pero me sorprendio, galletas de chocolates, chicles... lo tipico.



La verdad es que la caja tiene su gracia. Primero por la curiosidad que suscita el no saber que dulces o cosas vas a recibir, y sobre todo porque no son conocidos al menos para la gente que no estamos muy puestas en las movidas japonesas. La semana pasada tres personas a las que sigo estuvieron en Japón,  Cup of Couple y Sara Sabate. Y siguiendo sus stories en Instagram alucine un poco con el cuidado y el mimo y sobre todo el toque infantil con el que decoran casi toda la comida. 

Creo que todos deberíamos de mantener siempre un poco de esa ingenuidad e ilusión de la infancia. No hay nada de malo en serlo de vez en cuando. Creo que es bueno para el alma. Madurar no significa ser serios siempre, sino saber administrar nuestros sentimientos y nuestras acciones en el momento oportuno. 
Y a mi hoy este mes me ha tocado saborear todos estos dulces y empezar con fuerza la operación bañador 2017, (lo del bikini, pues como que puede esperar un poco más) 




Esto ha sido algo asi como una oportunidad de probar todos esos dulces japoneses pero en casa, sin moverte del sofa, con tu mantita y la tele puestas, al calorcito. 
Yo me imagino en Japón, y tendrian que fletar un avión solo para mi, pero no por dulces, sino por la cantidad de chorradas y cosas que se me antojarian. Todo caprichos, fijo.

Feliz Martes 

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La operación bikini  dije que la empezaba mañana
.... ¿o era ayer?

* Producto gentileza de Japan Candy Box